Una despedida.
Incluyo esta entrada como una especie de despedida del máster, aunque no es un adiós, quizás, con el blog. Como ya dije, me ha gustado mucho esta experiencia, a pesar de que al principio me ha resultado agobiante... Lo he de reconocer. Aunque tengo también que reconocer que ha habido otra asignatura que me ha hecho más sangrarme la cabeza y las venas... No sé cómo resultarán los exámenes, pero hay una cosa del máster con la que he de sincerarme: si no ha podido cambiarme la vida, tampoco me ha resultado aquello que creíamos al principio, una simple pérdida de tiempo. He aprendido bastantes cosas interesante, incluso algunos aspectos que me ayudarán en mi trabajo pedagógico. He de reconocer ese esfuerzo, incluida esta asignatura, y a Xoan por supuesto.
En muchas ocasiones nos quejamos y nos convertimos en producto de éstas, por eso que aquí me sincero con esto. Cuando hablo sobre mi experiencia educativa, como en el primer post, hablo de que he tenido que irme por una especie de autoformación, un camino autodidacta, pero... Pero ese camino es un camino llevado por otros: muertos y vivos, pasados y presentes. Entre ellos profesores que me han enseñado y me han dado clase. Hemos visto en las clases que lo más importante es dejar camino, una guía, una formación con la que aprender a aprender, dejar a la autoformación y el aprendizaje continuo de un mundo líquido (en su concepción baumiana). De alguna forma este blog ha sido eso: una especie de viaje interior y de pruebas, a veces autoimpuestas, para tintar los vacíos que intento rellenar sobre el mundo educativo, el cual aún me es ajeno. He vivido desde el otro lado, que me dijeran alguna vez, pero ahora nos tocará vivirlo desde el lado del profesor. Me repetiré en la que creía que sería la última entrada: ¿seremos los profesores que quisimos, los que odiamos, o algo ni fu ni fa...? Al menos a mí me reconcome un poco.
Creo que esta parte pedagógica, como dicen nuestros profesores y algún compañero, debería ser más importante. Todo lo que hemos hecho en un mes, es injustamente maltratado y hasta se hace malamente sobre la marcha. Lo podríamos haber hecho durante varios meses. Quizás este trabajo hubiera resultado mucho mejor y menos tortuoso. Y da pena encontrar que los temas verdaderamente importantes quedan relegados a los módulos específicos. Ojalá el futuro dé a los futuros compañeros que quieran ser profesores un máster que no tengan esa imagen previa, que disfruten y aprendan al mismo tiempo, y no tengan una pandemia de un orden no visto en cien años (aunque con una repercusión, creo, nunca vista). Quizás no podamos ser como Finlandia, porque vivimos al lado del Mediterráneo y es que aquí no todas las escuelas son iguales... Aun así, estaría bien tratar mejor a los profesores y al propio conocimiento, a la cultura y no mantener una seudofilosofía general en donde es mejor tener una impostura, no una postura razonada de la realidad, basada en "es tu opinión". Habría que eliminar esa impureza como se hace en la siderurgia, pero ya no es una impureza, es una contaminación, o mejor dicho, una pandemia; y creo que hoy día vemos diariamente que los políticos y la sociedad no hemos sido capaces de lidiar con una, que no tiene sin razón, como para hacerlo con una que supuestamente tiene...
A pesar, no quiero irme con una imagen pesimista, apocalíptica que diría alguien. Prefiero ser escéptico. Pero un escéptico que se quiere integrar para revolver, cual malabarista, el acertijo que se han montado para torturarnos. Aquí no hay asesinos, ni tramas tan complicadas. Mi concepción suele tender a la navaja de Ockam: simplificar la cuestión hasta que se haga entendible, sea lógica y sea posible construir todo lo que venga después. Como el propio sistema científico. ¿Qué quiero decir? Que la realidad tiene que ser tomada desde el primer escalón, desde la escuela, el aula y el alumno, para poder cambiarla. Si empezamos por el paso más sencillo, podemos ir descomponiendo todo lo demás. Una sola arista que se salga del molde del que renegamos será un pequeño elemento subversivo, como un componente que reacciona en un experimento. Un alumno y un aula que la podamos hacer mejor, mañana ésta será un problema para quienes dicen "es tu opinión" y esa baratija discursiva, una reducción dialéctica para dejarte en una inferioridad disfrazada de igualdad. Mañana ese individuo no se conformará con lo que le dice su círculo cercano y le suponía una barrera. Y eso es un primer paso. Pequeño. Pero de ésos hay tantos que solamente vemos el salto, el golpe contra la puerta de la rabia. Enfadaremos un poco al vecino conformista, es que esto tenía consecuencias. Como nos decimos una persona querida y yo: "nadie dijo que fuera fácil, sino que merecería la pena". Que nadie se quede con una sola parte de la frase, porque la causa lleva al efecto. El camino es importante.
Dejo así una despedida para todos los compañeros y las compañeras, para Xoan. Un abrazo a todos y nos leemos (ya fuera de los blogs, o no...).
Suelo dejar algún poema de otros, pero esta vez me gustaría dejar los míos: Poesía (mi blog).
Comentarios
Publicar un comentario